martes, 29 de noviembre de 2016

LA EDUCACIÓN DE LAS MUJERES EN LA ESPAÑA DEL SIGLO XIX



En este vídeo explica de una manera muy peculiar , la vida en España en el siglo XIX y la incorporación de la mujer en la educación.

EL PROGRESO DE LA MUJER EN LA EDUCACIÓN


La educación juega un papel importante en el movimiento de derechos de las mujeres del siglo XX, ya que era vista como la clave del éxito en la obtención de la igualdad política, económica y social. Los grupos de mujeres dependían de sí mismas a través de la educación de instituciones destinadas sólo para mujeres mientras continuaban solicitando la admisión en las escuelas que eran sólo para hombres. Este enfoque fue un cambio desde el siglo XIX, cuando los movimientos de mujeres se centraron principalmente en entrar en los lugares de trabajo  y en la promoción de otros temas de derechos civiles, como la abolición, la templanza y el bienestar infantil.
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El número de mujeres en la educación superior creció considerablemente durante el siglo XX. En 1900, sólo un tercio de los estudiantes universitarios eran mujeres, pero ocho años más tarde, las mujeres eran mayoría. A finales del siglo, las mujeres recibieron más del 60 por ciento de todos los grados de asociado y más de la mitad de todos los grados de licenciatura. Aunque bien representadas en la educación, las humanidades y la biología, las mujeres reciben sólo el 40 por ciento de todas las carreras de ingeniería. En la década de 1960, había 300 escuelas sólo de mujeres en los Estados Unidos, aunque hay menos de 60 en la actualidad.





lunes, 28 de noviembre de 2016



COSAS PROHIBIDAS PARA LAS MUJERES 


Ocho cosas que estaba prohibido realizar las mujeres hace cincuenta años y que actualmente se ve como una cosa totalmente normal, eso se debe al cambio de mentalidad que ha experimentado España durante estos últimos cincuenta  años ç






LA MUJER EN EL FRANQUISMO


A través de este vídeo se permite observar cuál ha sido el papel fundamental que ha desempeñado la mujer desde 1939 y las diversas reformas llevadas a cabo en España y la función primordial que tiene la Sección Femenina.











A través de este vídeo se permite observar cuál ha sido el papel fundamental que ha desempeñado la mujer desde 1939 y las diversas reformas llevadas a cabo en España y la función primordial que tiene la Sección Femenina.



LOS DIVERSOS TRABAJOS QUE DESEMPEÑABA LA MUJER DURANTE EL FRANQUISMO.


Resultado de imagen de LABOR DE LA MAESTRAS DURANTE EL FRANQUISMO

A través de estos epígrafes vamos a observar un breve recorrido acerca de la importancia que tuvo las mujeres durante durante el franquismo y los diversos oficios que realizaban y podían realizar.
El control que tenía la iglesia e incluso el Estado sobre ellas, la labor de desempeñaba la sección femenina hacia la mujer, Era como el servicio militar de los hombres que sin esto no podían desempeñar ninguna profesión las mujeres. A causa de los diversos niveles económicos que tenían las familias se permitían ir a la escuela ante un profesor o no.
 En el caso de los docentes; las maestras fueron debidamente instruidas en Escuelas de Magisterio, por encima de su formación cultural, pedagógica y didáctica se impuso la vocación patriótica y religiosa. En los cincuenta podían estudiar Magisterio los jóvenes a los catorce años una vez superado el nivel del Bachillerato Elemental. Se cursaban tres años con una prueba final. Las maestras, sobre todo en los pueblos, se veían constantemente observadas e inspeccionadas en su cumplimiento del deber como educadoras y transmisoras del modelo de sociedad deseado.  
Hablando un poco de las cifras de escolarización de la mujer podemos decir que a la Enseñanza Primaria asistían entre 1950 y 1970 el 50% de las jóvenes, en cuanto a la Enseñanza Secundaria se pasa del 35% en 1950 al 45,6% en 1970, y finalmente en lo que respecta a la Enseñanza Universitaria pasamos del 14,50% en 1950 al 26,6% en 1970.
El régimen puso en marcha el Servicio Social, también en manos de la Sección Femenina, que venía a ser el equivalente al Servicio Militar obligatorio de los chicos en su versión femenina. El Servicio Social, fue creado durante la guerra como un medio de encuadrar a las mujeres para que realizasen servicios de intendencia, limpieza y sanidad. Terminada la contienda el Servicio Social sin ser obligatorio fue un deber nacional para los mujeres entre 17 y 35 años que querían obtener títulos profesionales, puestos en la administración pública, pasaporte y carnet de conducir. El Servicio Social tenía una duración de seis meses y sus contenidos formativos estaban divididos en los teóricos que comprendían las materias de Escuela del Hogar, Política y Religión, y en los prácticos que se realizaban en hospitales, guarderías, escuelas y preventorios.

 La labor de la Sección Femenina iba también encaminada a la divulgación en el mundo rural de nociones teóricas y practicas de puericultura. Durante los años cuarenta el objetivo fue fomentar la maternidad y luchar contra la mortalidad infantil, por ello hacían campañas a favor de la lactancia materna, concursos de bebés, y confección de canastillas.
En cuanto a los medios de comunicación (la radio, el cine, los tebeos, la prensa femenina y la publicidad) son instrumentos de educación popular, porque ofrecen modelos de personas y acciones humanas. Las películas exponen y estimulan ciertos valores, estereotipos, etc. Las noticias, publicidad o propaganda emitidas en la radio, calan fácil y reiteradamente tanto en hombres como en mujeres. Lo que sucede es que a través de los medios de comunicación al mismo tiempo que se difunden modelos que siguen las pautas moralizantes y ejemplarizantes se transmiten distintas y particulares visiones en contradicción con los vigentes.
   

EDUCACIÓN FÍSICA PARA LAS MUJERES DURANTE EL FRANQUISMO
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En cuanto a la Educación Física tenemos que decir que era una disciplina organizada directamente por los organismos del Movimiento y puesta en funcionamiento por el personal formado en sus Escuelas de Mandos y Especialistas propias, que tal como dice un Manual Escolar de Educación Física perseguía a grandes rasgos estos fines:
“La Educación Física es hacer política nacional, porque un sistema de Educación Física tiene que estar basado en la Filosofía, en la Biología, en la Pedagogía, y en el Arte (sentido estético), y tener un sentido social y político. La Educación Física es, pese a todo, una necesidad patriótica de conseguir generaciones vigorosas y de ser constitutiva, por ello de un movimiento de educación nacional.” (Manrique Arribas, 2008: 216)
Pero por lo que respecta a la mujer, se hace una diferenciación tanto en el tipo gimnasia y de deporte que pueden realizar las chicas como en sus finalidades. Todo ello para conseguir que la mujer se beneficie de los efectos de esta actividad, teniendo un fondo espiritual y considerando como meta el perfeccionamiento del cuerpo, a fin de que pueda servir los intereses del alma que en él se encierra (tener hijos y cuidar de la familia).” Texto Oficial para las Escuelas de Magisterio, Sección Femenina. (Manrique Arribas: 216)
Por lo tanto la Educación Física para las jóvenes buscaba una buena forma física como en los chicos pero también formaba parte de la idea de mujer que se convertirá en madre de los futuros hijos que tanto ansia el régimen que hemos ido explicando hasta ahora. La Sección Femenina lo resumía de esta manera:
  




LA ESCUELA DURANTE EL FRANQUISMO



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El trabajo que viene a continuación va hablar de la educación femenina durante el régimen franquista, en la escuela. La educación recibida las mujeres será una educación separada y diferente a la de los varones, estará conducida a buscar el tipo de mujer esperada por el régimen, una mujer totalmente dedicada y entregada  a sus maridos e hijos donde, para ciertos temas no se podían involucrar.
Durante la Segunda República, tras siglos de atraso y de la hegemonía de la Iglesia Católica en educación, en la escuela había coeducación, laicismo y gratuidad, pero la educación de los jóvenes en los regímenes dictatoriales siempre ha sido esencial para dominar a la población e inculcar a los jóvenes los valores y presupuestos del estado. En la España franquista este proceso de adoctrinamiento en el nacional-catolicismo ya se inició en los territorios dominados por los nacionales durante la guerra civil. Lo primero que hicieron para implantar el nuevo sistema educativo fue una depuración del profesorado que conllevó desde las amonestaciones y la multas, a los encarcelamientos, ejecuciones y desapariciones.  

La educación de la mujer bajo el régimen obedecía al papel que se quería para ésta como soporte del hombre, como reproductora, y como educadora para las nuevas generaciones de niños y niñas. De la mujer emancipada en plena igualdad de derechos con el hombre se pasó a una mujer menor de edad dependiente de este que debía obedecer a su ciclo vital como hija, esposa y madre. 

Las escuelas bajo el franquismo volvieron a separar a los niños y de las niñas (se consideraba a la mujer diferente al hombre y esto se justificaba desde los textos bíblicos, donde Eva  no lo olvidemos creada de una costilla de Adán fue castigada por Dios a vivir sometida al hombre al morder la manzana y compartirla con Adán ese fue el pecado original. Se adoctrinó a los alumnos en el nacional-catolicismo modelando el contenido de todas las asignaturas e introduciendo de nuevas. En el caso de las chicas apareció la Sección Femenina (la rama femenina de Falange y después del Movimiento Nacional dirigida por Pilar Primo de Rivera) encargada de enseñar en todos los centros nuevas asignaturas, como son, las materias de Escuela del Hogar, que preparaba a las chicas para llevar su futuro hogar, y la Formación Física, que ponía en forma a las jóvenes buscando una buena forma física y las preparaba tanto para ser madres como para demostraciones públicas de fuerza sin perder en ningún momento el recato.
 En 1945 se promulga la ley de Enseñanza Primaria que estará en vigor hasta 1970. Ya en el año 1936 en el bando nacional el Decreto de educación decía lo siguiente:
  La Enseñanza Secundaria en la década de los cuarenta estaba confiada casi en exclusiva a las ordenes religiosas femeninas. El bachillerato no se consideraba apropiado para la mente femenina. Pilar Primo de Rivera afirmaba lo siguiente:
 En los cincuenta en adelante había la obligación de cursar las materias de Escuela del Hogar, que los libros describían como “los conocimientos básicos que debe poseer toda mujer con el fin de estar capacitada para cumplir su misión como ama de casa”. La materia del Hogar formaba a las jóvenes en la vivienda, el cuidado de los muebles, la limpieza del hogar, la iluminación, la decoración, las ropas, el planchado, la alimentación, la conservación de los alimentos, disponer y servir la mesa, el presupuesto familiar, la salud, la costura, confección de prendas, labores de adorno, la educación, la religiosidad, la vida en relación, regalos, etc.  

jueves, 24 de noviembre de 2016

Los años de la incorporación de la mujer a la educación.

A partir de la Revolución de 1868 y del Sexenio Democrático, se inicia en España el camino hacia corrientes renovadoras en el terreno de la educación. El incipiente desarrollo capitalista provocó un cambio de rumbo respecto al papel tradicionalmente aplicado a la educación femenina. El aumento progresivo de una nueva clase media, la aparición de nuevas profesiones y la influencia de las ideas feministas que recorren Europa, provocarán un enconado debate respecto al papel de la mujer en la nueva sociedad, así como, el tipo de educación más adecuado para ésta.

No obstante, la situación educativa del país no mejoró significativamente durante el último tercio del siglo XIX. El siglo XX comienza en España con unas tasas de analfabetismo muy superiores a la media europea, aunque durante el primer tercio de siglo se produjo un descenso sin precedentes. En 1900 la tasa de analfabetismo femenino se situaba en un 71,4%, mientras que el masculino significaba algo más de la mitad, el 55,8%. En 1930 las mujeres analfabetas habían descendido hasta el 47,5%, y los hombres hasta el 37%. Desde un punto de vista de la educación básica es evidente que durante estos años se produjo en España una importante incorporación de mujeres al proceso modernizador del país.

La Ley Moyano de 1857 había declarado obligatoria la enseñanza tanto para niños como para niñas entre los seis y nueve años, pero las cifras de analfabetismo indican que su aplicación fue muy escasa. Tendremos que esperar hasta 1909 para que se produzca un salto cualitativo, ya que en ese año se ampliaba la obligatoriedad de la enseñanza primaria hasta los doce años, lo que significó un incremento del 57% del alumnado femenino en la escuela, pasando de 556.310 niñas a 893.558.

Aunque durante este período asistimos a importantes avances normativos con respecto a la educación femenina -coeducación hasta los siete años, ampliación de las asignaturas, etc.- la realidad nos demuestra que todavía existía una fuerte reticencia hacia la necesidad de propiciar una adecuada instrucción a las mujeres. En este sentido, el período de escolarización de las niñas en muchos casos no excede de seis meses; la asistencia a la escuela se encuentra con graves obstáculos derivados de las obligaciones familiares o la necesidad de realizar un trabajo remunerado que complementara la economía familiar.

De forma progresiva, van aumentándose las modalidades de educación para las mujeres. La educación de "adorno" todavía era la mayoritaria, pero empezó a coexistir con nuevos modelos que preparaban, en especial a las jóvenes de clase media, en actividades profesionales que se consideraban adecuadas para su sexo: maestras, institutrices, matronas, y más adelante, en archivos y bibliotecas o en oficinas de correos y telégrafos, o en empresas y comercios.

Las instituciones religiosas experimentaron un aumento importante durante las últimas tres décadas de siglo. La cada vez más numerosa clase media consideraba el sistema educativo público propio de las clases populares, así que, las instituciones religiosas cubrieron la demanda de una educación para las niñas de clase media, las familias de las cuales no podían permitirse la contratación de institutrices, en un intento por imitar los comportamientos sociales de la clase alta. En 1910 asistían a las mencionadas escuelas un 21,3% de las niñas escolarizadas; en 1914 el número de instituciones religiosas que se dedicaban a la educación femenina representaba el 34,2%, para aumentar al 43,57% en 1923.

Por lo que se refiere a las mujeres en la enseñanza media y superior también se produjo un importante aumento durante las primeras tres décadas del XX. En 1900, había 5.557 mujeres matriculadas en centros de segunda enseñanza, y para 1930 esta cifra había aumentado hasta 37.642 mujeres. No obstante, y aunque el aumento pueda parecer significativo, el hecho de que en España no se crearan, como en otros países, instituciones de enseñanza secundaria y superior específicos para mujeres supuso una dificultad añadida para aquellas que empezaron a acceder a los centros universitarios. Al no poder ofrecer a las mujeres que deseaban matricularse unos planes de estudios adaptados a ellas, y unos espacios no compartidos, en muchos casos se denegaría la entrada a los niveles superiores, provocando que hasta la segunda mitad del siglo XX fueran muy pocas las que consiguieron estudiar en la universidad. El número de mujeres matriculadas en el curso 1919-1920 es de 345, cifra que asciende a 1.681 para el curso 1927-1928, lo que supone el 4,2% del total del alumnado universitario. 


Como breve resumen a lo expuesto podemos decir que  durante el período de la Restauración las mujeres se incorporaron paulatinamente al sistema educativo, tanto desde la escuela primaria como a las instituciones de educación superior. El proceso no fue fácil, ya que en España seguía dominando el modelo conservador que no veía bien la necesidad de posibilitar a la mujer un grado de educación suficiente, ni el desempeño de un trabajo extradoméstico y remunerado. La formación de las mujeres en nuevas profesiones, las primeras incursiones en los institutos y universidades y el reconocimiento de su incorporación a ciertos ámbitos laborales fueron sólo el principio de lo que se convertiría en una dinámica imparable. 

La defensa de la escuela mixta.

A finales del XIX empiezan a plantearse algunas propuestas que defienden decididamente la necesidad de que las mujeres reciban una educación escolar más sólida y equivalente a la de los varones. Conseguir la igualdad educativa significa, en esta etapa, que las mujeres puedan tener acceso a los estudios medios y superiores, y que niños y niñas se eduquen en los mismos centros, para mejorar la calidad de la escolarización de éstas. Pero este objetivo es considerado en forma distinta según la cultura de cada país. En efecto, mientras en Estados Unidos y en algunos países del norte de Europa vinculados al protestantismo -Noruega, Suecia, Finlandia, etc.- la práctica de la escuela mixta se implanta ya en el siglo XIX (en Estados Unidos en todos los niveles educativos de la escuela pública), en la mayoría de los países europeos vinculados al catolicismo -España, Italia, Francia, Portugal, Bélgica...- (y también en Inglaterra) la escuela mixta despertaba todavía a principios del siglo XX una encendida oposición y constituía una práctica muy minoritaria que, o bien obedecía a falta de recursos, o bien a experiencias pedagógicas vanguardistas, objeto, en su momento, de fuertes polémicas a favor y en contra.

En España, las primeras defensas de la escuela mixta y de la coeducación se realizan desde el pensamiento racionalista e igualitario, que considera que la igualdad de todos los individuos comporta, a su vez, la igualdad de hombres y mujeres en la educación. Asimismo, la lucha por la emancipación de la mujer influye en las propuestas pedagógicas más progresistas de la época. La Escuela Nueva, que respondía a las aspiraciones y a la concepción del mundo de la burguesía liberal, propone la coeducación como uno de los elementos más significativos de su proyecto de una sociedad democrática e igualitaria. Las argumentaciones a favor de la coeducación están muy vinculadas en algunos casos a la visión de un nuevo rol para la mujer en una nueva sociedad. Este es el caso de Emilia Pardo Bazán que, como consejera de Instrucción Pública, propone en el Congreso Pedagógico de 1892 la coeducación a todos los niveles, con objeto de superar la división de funciones asignadas al hombre y a la mujer. Sin embargo, esta propuesta, que representa un cierto cuestionamiento de la aceptada naturalidad determinista de la división de roles por razón de sexo, no es aprobada en las conclusiones finales. La postura defendida por la Pardo Bazán apoya la experiencia educativa que desde 1876 hasta 1938 llevará a cabo la Institución Libre de Enseñanza, cuyos principios pedagógicos vinculan la coeducación a la escuela renovada, basándose en la convivencia natural de los sexos en la familia y en la sociedad.


En el primer párrafo se muestra la necesidad de que exista una educación para las mujeres al igual que los hombres. Se menciona la diferencia de España en relación a otros países como puede ser estados unidos donde a finales del siglo XIX esta educación ya se hacia vigente.

En el segunda párrafo se toca un término muy importante como es la coeducación, es decir, la educación que se imparte conjuntamente a ambos sexos, masculino y femenino.  En dicho escrito se nombran a dos personas importantes que defienden una educación  igualitaria  durante los siglo XIX y XX.

Personalmente leyendo estos dos párrafos llego a la conclusión de que desde el siglo XIX se estaba luchando por una educación homogénea y es en el siglo XX cuando se consigue dicha propuesta, con la Escuela Moderna de Ferrer y Guardia, la cual extiende su influencia sobre 34 centro escolares mas. No se educaba a hombre y mujeres juntos, pero si las mujeres tenían derecho a la educación al igual que los hombre en aquel momento. 






miércoles, 23 de noviembre de 2016



Sección Femenina en San José de Malcocinado.





                               


En una pequeña aldea de Medina Sidonia, fundada por parcelarios donados por el General Francisco Franco junto con una yunta de huelles, nacían un grupo de niños y niñas que se encontraban totalmente separados en función del sexo al que pertenecía.
Tal y como podemos ver en la fotografía existe una gran distinción entre varones y mujeres, la sección femenina fue puesta en marcha  Tanto Mussolini, Hitler, José Antonio, y Franco, reescribieron un discurso de feminización para ganarse el apoyo de las mujeres, y erigirlas como pieza clave de su construcción de la nación. Ellas eran las madres de la patria. Este discurso vendría siempre marcado por una vuelta de los valores tradicionales,  pertenecientes a las corrientes reaccionarias del siglo XIX e inicios del XX, donde la mujer quedaba ligada a las tareas domésticas, y ensalzada por su faceta como madre. Con la llegada del Franquismo el modelo de feminidad se reformuló hacia un modelo de mujer definido por el ideario del patriarcado nacional católico.
La instauración de la dictadura franquista destruyó todos los logros y conquistas que había alcanzado la Segunda República en materia de género. Desde el mismo momento del alzamiento en los territorios que las tropas rebeldes iban conquistando se elaboró una política de género, una nueva legislación que nada tenía que ver con lo alcanzado durante la Segunda República. La situación económica creada tras la guerra, y el peso de la Iglesia Católica  dieron paso a una política que definió el papel que la mujer  dentro de la sociedad. Así, el Franquismo frenaba las conquistas femeninas del período de entreguerras arguyendo un discurso antifeminista, en el cual, la mujer se percibía como un ser inferior al hombre, tanto espiritual como intelectualmente, pretexto que utilizaban para relegar a la mujer a las tareas del hogas. De ahí, el ensalzamiento de la figura de la mujer como madre y esposa. La nueva política de género se caracterizó por un fuerte intervencionismo estatal dentro de la vida privada.

martes, 22 de noviembre de 2016

Separación entre niños y niñas.

Resultado de imagen de educacion femenina en el siglo XX










Resultado de imagen de los niños en la escuela del siglo XX


Pongo estas dos fotos porque en ellas se puede ver perfectamente como en el siglo XX había diferenciación entre hombres y mujeres. En la primera foto todas son alumnas no hay ni un solo niño y en la  foto dos en cambio todos son niños. Ambos sexos estaban separados y no podían juntarse en ninguna aula del centro si es que estaban en el mismo centro, porque se daban también los centros exclusivos para niñas y otros para niños.
Con el tiempo esta separación fue desapareciendo y empezaron a juntar a niños y niñas en una misma clase; esto dio pie a la comunicación entre ellos. Como podemos ver hoy en día en prácticamente todos los centros.



jueves, 17 de noviembre de 2016

La educación de la mujer en el siglo XX

LA EDUCACIÓN DE LA MUJER EN EL SIGLO XX

La Ley Moyano se especificaba la obligatoriedad de crear escuelas de niñas, durante muchos años apenas se hizo nada por cumplir dicha obligación. 


Rafael Monroy, Secretario de la Junta provincia de Enseñanza de Madrid, escribía: «En los pueblos labradores suele darse escasa importancia a la enseñanza del hombre; pero la que se concede a la instrucción y educación de la mujer es casi nula. Su vida está circunscrita a un trabajo mecánico y rutinario, cuyo régimen va transmitiéndose de padres a hijos, de generación en generación» (Monroy, 1873, p. 591). Manifestaba a continuación –suponemos que de forma irónica– que este «estado de incivilidad en se la tiene» le evitaba, sin duda, muchas penalidades «hijas de la sensibilidad,de la conciencia y de la razón ilustrada». Fuera ya de toda ironía, indicaba con claridad la necesidad de corregir esta situación y tratar de mejorar las pésimas condiciones que reunían las escuelas de niñas:«Si la propagación de la enseñanza de niños encuentra obstáculos insuperables en las malas condiciones de los locales a ella destinados, mucho mayores los encuentra en la disposición lamentable en que, por punto general, se hallan establecidas las escuelas de niñas».



Este párrafo hace referencia a la Ley Moyano la cual especificaba la creación de escuelas de niñas. Rafael Monroy a través de un breve escrito quiere hacer ver que si la educación masculina en aquel momento tenía escasa importancia pensemos ahora en la importancia que tendría la educación de la mujer, ninguna. Para terminar, de nuevo Rafael dice que si se encuentran obstáculos en la educación de los niños, como pueden ser las malas condiciones de los locales, mucho mayores los encuentran las mujeres. Por tanto podemos hablar de que en ese momento no existía ni la mas mínima igual entre hombres y mujeres.




AUTORES: JOSÉ MARIANO BERNAL MARTÍNEZ.
MARÍA ÁNGELES DELGADO MARTÍNEZ.

LOS ROLES DE LA MUJER DEL SIGLO XX

Los roles que llevan se llevaban a cabo las mujeres del siglo xx son completamente diferentes a los del siglo XXI, en el siglo xx era una mujer trabajadora diferenciada por clases sociales y con diversas comodidades.
Los complementos que representan las mujeres van variando a lo largo del siglo, desde la evolución de vestimenta, hasta los diversos progresos de formación, todo ello ha sido conseguido a través de la educación que le sido inculcada a las mujeres.
En aquellos años la mujer era completamente diferente a los hombres, donde no se podía inmiscuir en sus habilidades, a partir de entonces la mujer ha experimentado una evolución  donde ha conseguido una igualdad entre hombres y mujeres.

A través de este video se muestra esta evolución de las mujeres en la historia:

Progreso de la mujer en la educación







                                         

La educación juega un papel importante en el movimiento de derechos de las mujeres del siglo XX, ya que era vista como la clave del éxito en la obtención de la igualdad política, económica y social. Los grupos de mujeres dependían de sí mismas a través de la educación de instituciones destinadas sólo para mujeres mientras continuaban solicitando la admisión en las escuelas que eran sólo para hombres. Este enfoque fue un cambio desde el siglo XIX, cuando los movimientos de mujeres se centraron principalmente en entrar en los lugares de trabajo  y en la promoción de otros temas de derechos civiles, como la abolición, la templanza y el bienestar infantil.

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El número de mujeres en la educación superior creció considerablemente durante el siglo XX. En 1900, sólo un tercio de los estudiantes universitarios eran mujeres, pero ocho años más tarde, las mujeres eran mayoría. A finales del siglo, las mujeres recibieron más del 60 por ciento de todos los grados de asociado y más de la mitad de todos los grados de licenciatura. Aunque bien representadas en la educación, las humanidades y la biología, las mujeres reciben sólo el 40 por ciento de todas las carreras de ingeniería. En la década de 1960, había 300 escuelas sólo de mujeres en los Estados Unidos, aunque hay menos de 60 en la actualidad.


Evolución histórica de la educación de las mujeres


https://m.youtube.com/watch?v=ROQ8d4JETBc



En este video, se  hace una representación de cómo la sociedad era reacia a que la mujer pudiera acceder a una educación igual a la del hombre ya que la función asignadas a éstas, era meramente relacionada con las labores del hogar.
El vídeo representa cómo era la sociedad, y cuáles eran las tareas que debían desempeñar las mujeres mientras sentían las ganas de poder acceder a una educación.
Era una sociedad donde las propias mujeres eran las que coartaban la libertad de educación a otras mujeres, como por ejemplo sus hijas, que las educaban en "cómo ser una buena esposa".

miércoles, 16 de noviembre de 2016

Luchas de las mujeres a principios del siglo XX

Durante el siglo XX, las mujeres estadounidenses lucharon por superar los antiguos estereotipos que las catalogaban como "el sexo débil", y las tradiciones que las confinaban a las tareas domésticas. Aunque la verdadera igualdad aún no se ha alcanzado, las mujeres han realizado enormes avances en el lugar de trabajo, el hogar, la política y la libertad reproductiva desde el año 1900.

Derecho al voto

Aunque las mujeres han luchado por el derecho al voto femenino desde el siglo XIX, la verdadera lucha no tomó lugar sino hasta principios del siglo XX. En 1912, el Partido Progresivo liderado por Theodore Roosevelt se convirtió en el primer partido nacional en reconocer el derecho de las mujeres a votar. El sufragio fue apoyado por la Federación Nacional de Clubes de Mujeres y sus dos millones de miembros en 1914, y la décimo novena Enmienda, garantizando el sufragio femenino, se aprobó en agosto de 1920.

Política

Luego de obtener el derecho al voto en 1920, las mujeres comenzaron una nueva lucha por sus derechos a hacerse oír en la política. Frances Perkins fue la primera mujer en obtener una posición en el Gabinete cuando fue nombrada Secretaria de Trabajo por Franklin Delano Roosevelt en 1933. No fue sino hasta 1981 que una mujer fuera nombrada en la Suprema Corte, cuando Ronald Reagan designó a Sandra Day O'Connor. Hasta el 2013, ninguna mujer ha sido electa Presidente o Vicepresidente de los Estados Unidos. El 16,6% de los miembros del Congreso elegidos en 2010 son mujeres.

Lugar de trabajo

A principios del siglo XX, las mujeres lucharon por la seguridad en el lugar de trabajo, mejores condiciones laborales y mayores salarios para todos los trabajos, como así también por la igualdad con los hombres a nivel laboral. Las mujeres obtuvieron triunfos en el lugar de trabajo ocupando puestos antes reservados para los hombres durante la Primera y Segunda Guerras Mundiales. El Acta de Igualdad de Paga de 1963, y el Acta de Derechos Civiles de 1964 ayudó a asegurar a las mujeres un tratamiento igualitario en el lugar de trabajo. En 2010, las mujeres conformaban el 46,7% de la fuerza laboral, pero sólo el 17,7% de los oficiales corporativos de la lista de 500 publicada en la revista Fortune eran mujeres.

Derechos reproductivos

A principios del siglo XX, las mujeres tenían poco acceso a cualquier tipo de método de control de natalidad. Esto empeoraba por leyes estatales que no consideraban a la violación como un crimen cuando ocurría dentro del matrimonio. De esta forma, las mujeres casadas no tenían opción acerca de tener sexo o tener hijos, lo cual les daba muy poco control sobre sus vidas. En 1965, el caso de Griswold vs. Connecticut prohibió a los estados aprobar leyes en contra del uso de anticonceptivos. En 1973, el caso Roe versus Wade hizo ilegal al aborto, y la mayoría de los estados reconocieron la violación dentro del matrimonio como un delito en los años 70.

    Autor: Justin Beach |   
    Traductor: Mike Tazenda

  • La historia de las escuelas femeninas de Cádiz en el siglo XIX


 `` La enseñanza del siglo XIX, muy influenciada aún por la Iglesia a todos los niveles, sigue contemplando a la mujer en un papel secundario. La Iglesia católica tenía un concepto funcional de la mujer. Obedecía a su papel cohesionador al interior de la familia.
El prototipo más frecuente fue el de perfecta casada, reina del hogar, piadosa, buena madre y buena esposa. Este concepto correspondía a un discurso ideológico sobre lo doméstico, y la Iglesia católica era su más agresivo portavoz.
Por esto, su instrucción en establecimientos educativos, oficiales o preferentemente privados, no estaba dirigida a formar académicas o sabias, sino mujeres piadosas; sabias, eso sí, en manejo de labores domésticas, expertas en trabajo de agujas.
La incorporación de la mujer al sistema educativo, según la Iglesia, era una forma de moldear en principios y valores cristianos al elemento cohesionador de la familia y el hogar. El acceso de la mujer al sistema educativo no buscaba, de ninguna manera, alterar la función social de la misma; buscaba fundamentalmente alfabetizarla y adiestrarla en algunos quehaceres domésticos para el mejor funcionamiento del hogar y de la familia. Su educación, en caso de haberla, debía ir orientada a su misión en la vida. Los textos legales hablan por sí solos, por lo que los usaré preferentemente para ver cual era el tratamiento que recibía la enseñanza femenina. ´´






El objeto de estudio de este trabajo de investigación se encuadra dentro los estudios de historia local sobre la educación en la España contemporánea. En él se desarrolla una línea de análisis de género, que desde la interpretación de la historia de los centros de educación en la ciudad de Cádiz, se pretende profundizar en la configuración de un orden sexual discriminatorio para las mujeres en el siglo XIX, en tanto en cuanto, la educación ha sido una herramienta esencial para la socialización de los individuos y la asunción de unos determinados roles de género.
Esta tesis ha pretendido contribuir al conocimiento de la educación femenina en la ciudad de Cádiz, con el convencimiento de que el análisis de este panorama educativo femenino específico consigue esclarecer aspectos generales no tenidos en cuenta hasta el presente. En ella se profundiza en la política educativa en la ciudad, en sus niveles de alfabetización y en el desarrollo de su red de centros educativos Para un tratamiento adecuado del tema se ha considerado su estructura en los siguientes bloques temáticos: 1) La situación de la ciudad de Cádiz como marco para abordar el desarrollo educativo femenino gaditano. Se analizará la situación de Cádiz desde su demografía, situación geográfica determinante, su cultura y su sociedad para poder compararla con la del resto de España.
2) Un marco general cronológico de los aspectos legislativos y administrativo de referencia de la educación en España. Este, que partirá de un breve trayecto por la educación a lo largo del tiempo, en el que se incluye un análisis comparativo de los índices de alfabetización y escolarización, permitirá adoptar un enfoque histórico como preliminar antes del desarrollo de cada uno de los siguientes bloques de contenido. En este mismo apartado contextual se abordará la vinculación establecida a lo largo del periodo entre la educación primaria de las niñas y la formación de las maestras. 3) La educación femenina y el desarrollo de los centros de instrucción durante el siglo XIX en la ciudad: cómo y por qué se crean; dónde se ubican; modelos de instrucción que se dan en ellos. Se procura establecer la procedencia de su alumnado y del personal docente, junto con la titulación requerida para la docencia y la labor que este realiza.
4) La Escuela Normal femenina de Cádiz como germen de la Escuela de Prácticas por la importancia que, en los diferentes planes de estudio, se le otorga en la primera a la existencia de un período de praxis en la formación de las maestras. En este mismo bloque se aborda el nacimiento y organización de las Escuelas de Prácticas, su ubicación, el organigrama que las estructuraba y a su planteamiento didáctico: materias estudiadas y metodología.
En resumen, se trata de un trabajo que aglutina los estudios de género, de política y legislación educativa, que tratados desde un análisis histórico-social ayuda a perfilar la historia de la educación gaditana

jueves, 10 de noviembre de 2016

La educación de las mujeres en España (siglos XIX y XX)

La educación de las mujeres en España (siglos XIX y XX)

Primera manifestación contra la división sexual en la educación.

A partir de este momento comienza el progresivo acceso de las mujeres a la educación media y universitaria unificada en los dos sexos (aunque en muchos casos se siguiera dando en aulas separadas). Ellas van a empezar a acceder sobre todo a carreras relacionadas con el magisterio y con la salud (en las que hoy en día son predominantes). La mayoría van a entrar en la Universidad a partir de la II República. Esto se debió sobre todo a la importancia que le daban a la educación los partidos políticos de ese momento. En este momento además aparecen las primeras aulas mixtas (con la oposición de católicos y sectores conservadores).Estos cambios se frenaron en seco con el estallido de la Guerra Civil en julio de 1936 y finalmente se eliminaron en toda España tras la victoria del bando nacional o franquista en 1939. Se vuelve a una educación con diferencia de materias entre hombre y mujeres. 


Guía de la Buena Esposa - Homenaje a las Mujeres


A través de este video, se puede ver cuales eran los ideales que tenían que tener y los conocimientos básicos que debían de tener y desarrollar las mujeres durante la dictadura de Francisco Franco, un periodo que nos marcó fuertemente a todos los españoles.

La educación que se les impartían a las mujeres era una educación destinada a la sumisión del hombre y a las labores de la casa e incluyendo el cuidado de los hijos.

Este libro que aún conserva mi familia, de mi abuela, fue a la escuela durante la dictadura de Franco y me narra desde su punto de vista todas las vivencias y sus ideales revolucionarios que tenían en contra de estos libros y comon la gastigaban cuando decía, que en esta vida no todo iba ser la familia sino invertir en la propia educación de las mujeres.

https://www.youtube.com/watch?v=8HIUNKOkRAw