miércoles, 21 de diciembre de 2016

Las mujeres y la enseñanza científico-tecnológica en la España del siglo XX.

“En 1915-16, cuando las trabas burocráticas al acceso de las mujeres a la universidad española ya habían desaparecido, la preferencia femenina por las ciencias persistía. En este curso, la desigualdad por sexos entre el alumnado era abrumadora: sólo 138 universitarias frente a más de 2.000 estudiantes varones, un porcentaje que no llegaría ni al 1%5.”

  A comienzos del siglo XX había desaparecido los requisitos para que las mujeres pudieran estudiar en las universidades. Gracias a ello, las mujeres eran libres de elegir la rama que quisiesen estudiar, y , por lo tanto, la mayoría de ellas a principios de siglo optaron por las carreras científicas, sobre todo por medicina. Sin embargo, se dice que las carreras científicas siempre habían estado más demandadas por los hombres que por las mujeres, y así fue, puesto que tan solo había al principio 138 universitarias científicas. 


AUTOR: Canales Serrano, Antonio Francisco
AÑO: 2006

Función y beneficios de la mujer en el ámbito educativo.



Los movimientos por los derechos de las mujeres sostuvieron inicialmente que la educación haría a la mujer más capaz de manejar sus hogares y educar a sus hijos. La educación para niñas a menudo combinaba lecciones modernas y tradicionales, como las matemáticas y la economía doméstica. Con frecuencia, las niñas estudiaban la higiene, el parto y los primeros auxilios. Las mujeres ricas capaces de pagar la escuela, en particular la educación superior privada, se ofrecieron como voluntarias para enseñar a las mujeres pobres. Los tribunales también se involucraron en la supervisión de los derechos de las mujeres para que obtuvieran una educación. En 1996, la Corte Suprema ordenó al Instituto Militar de Virginia que admitiera mujeres.

La incorporación de la mujer en los ámbitos educativos, sociales y políticos llevó a la aprobación en 1972 del Título IX, que prohíbe la discriminación por motivos de género en el mundo académico o el atletismo en cualquier escuela que reciba fondos federales. Otros beneficios para las mujeres mejor educadas incluyeron la mejora de los salarios y los avances de gestión en el sector privado. Las mujeres han sido elegidas para ocupar altos cargos políticos, manejan compañías que están dentro de Fortune 500 y tienen más probabilidades que los hombres de iniciar sus propios negocios.

Avances educativos y su importancia




Japón abrió su primera universidad para mujeres en 1900 y ese mismo año en Egipto se abrió la enseñanza secundaria para las niñas. En 1910, las mujeres asistieron a la mayoría de las escuelas de medicina en Estados Unidos, 60 años después de ser obligadas a asistir a la Facultad de Medicina de la Mujer de Pennsylvania. En 1945, Harvard finalmente permitió a las mujeres asistir a la Facultad de Medicina. Las niñas han logrado importantes avances en el rendimiento académico en los niveles de primaria y secundaria, obteniendo calificaciones más altas que los niños en lectura, historia y lengua, además de matemáticas (alguna vez considerado como un campo para el que eran inadecuadas biológicamente).           





Las mujeres encontraron en la profesión docente una de las pocas carreras abiertas constantemente para ellas. A fines de 1980, más del doble de los profesores de primaria y secundaria eran mujeres, a pesar de que representaban sólo un tercio del personal de la universidad. Aunque a menudo estaban recluidas en los niveles más bajos de la enseñanza de las ciencias sociales, en la economía doméstica, el arte y la ciencia de biblioteca, las mujeres hicieron avances significativos en el nivel universitario en ciencias físicas, en ingeniería y en derecho. La primera mujer en supervisar las escuelas de la nación fue Oveta Culp Hobby, secretaria de salud, educación y bienestar durante la presidencia de Dwight Eisenhower.

martes, 20 de diciembre de 2016

Incorporación de la mujer a la educación

 
-Hacia el siglo XX la educación para la mujer sólo alcanzaba un nivel primario, ya que para la educación secundaria y superior, la mujer se encontró con muchas resistencias y barreras, debido a que el rol de la mujer era principalmente de labores domésticas.-Pocas mujeres llegaban a la universidad, y menos aún se titulaban, pero el presidente Riesco hizo un esfuerzo y amplió la educación técnica de las mujeres con este impulso, sólo era cuestión de tiempo que la mujer fuera una destacada profesional.

Educar en igualdad

 
El acceso a la educación es un derecho humano fundamental. La educación proporciona las bases del desarrollo profesional, económico, social y personal del individuo. Les permite a las personas perfeccionar sus habilidades y desarrollar todo su potencial.
Desafortunadamente, persisten muchas barreras en la educación que impiden a las personas desarrollar todo su potencial y realizar aportes significativos a la sociedad.
En la actualidad, a través de la lucha de las mujeres, éstas han conseguido tomar parte de la educación tanto como docentes, como parte del alumnado.
Por desgracia, no en todos lo lugares esta igualdad es tan notable, por este motivo debemos promover la igualdad entre hombres y mujeres en el sistema educativo, y en todos los ámbitos de forma general.

Testimonio de la primera mujer universitaria

Testimonio de una de las primeras mujeres Médicos en España. Se encuentra entre una de las pioneras en conseguir beca e ir a la Universidad gracias a so profesora sin tener que ir disfrazada de hombre para poder conseguirlo:

https://www.youtube.com/watch?v=mV1i8XPzXps


martes, 13 de diciembre de 2016

'La mili de las mujeres'

http://www.rtve.es/alacarta/videos/te-acuerdas/acuerdas-mili-mujeres/1057307/

Resultado de imagen de la mili de las mujeres

Este documento nos presenta el llamado `Servicio Social`, conocido también como `La mili de las mujeres` por el que tenían que pasar si ellas querían salirse del rol habitual de ama de casa.  Esta prestación, instaurada en la posguerra del franquismo, era obligatoria para todas aquellas mujeres, de entre 17 y 35 años, que quisieran acceder a un trabajo remunerado, expedir un título universitario o, incluso, sacarse la licencia de conducir.

Durante los tres meses que duraba este servicio, «las mujeres cursaban una serie de materias teóricas, que después ponían en práctica en centros asistenciales, talleres y escuelas de hogar». Este servicio, ideado durante la guerra para suplir la mano de obra en hospitales o comedores del Auxilio Social, se prorrogó por el Decreto de 18 de diciembre de 1940 hasta el final de la dictadura. Pilar Primo de Rivera consiguió monopolizar el poder de esta institución. Sin embargo, la prestación obligatoria lo hizo cada vez más impopular, siendo el blanco de protestas feministas en los años sesenta.